viernes, 10 de febrero de 2017

Hermandad, ejecuciones.

Otro más de la hermandad
Cae yerno de César Uscanga
para silenciarlo


La mañana del día 9 de febrero pasado, en la colonia San Bernabé de San José del Cabo BCS, sicarios al servicio de La Hermandad dieron muerte a Erik Cosío, yerno de César Uscanga Amador (preso en la cárcel de San José del Cabo por intereses políticos) cayó abatido, y junto a él quedó herido su padre José Luis Cosío, quien dirían murió más tarde, pero gracias a Dios no fue así.

El Burra, como le dicen a José Luis Cosío, de 64 años de edad, era un extrabajador de la CFE, mismo que estaba pensionado pues un día, trabajando, cayó al suelo cuando se encontraba uniendo líneas en un poste de esa compañía de luz, no era, ni es, jamás, un tipo que se dedique a las drogas, mucho menos Erik que por azahares del destino trabaron familiaridad política con El Carnal César Uscanga, éste, perteneciente a la Hermandad que dirigen los exgobernadores de BCS, conocidos en el bajo mundo como Leonel La Mano Güera Montaño, Narciso El Narizón Agúndez y Marcos El Sonrisas Covarrubias.

Esa misma hermandad mandó asesinar al vocero oficial de Narciso El Narizón Agúndez por, según El Coreano Martínez, (libre por sinvergüenzadas del poder judicial) una deuda pendiente, pero según otro de los matones, por órdenes de La Hermandad por saber de más.

También, como recordarán, esta misma hermandad mandó asesinar al subprocurador Samgar Gómez ya que tenía en su poder información suficiente y necesaria para demostrar que el hijo de Narciso El Narizón Agúndez era el asesino de Jonathan Ascencio, muerte ocurrida en el tugurio La Michelada de la barra maleconera de La Paz BCS. (Contacto Político 294 de julio de 2016)

El Burra fue un buen pelotero pero, como ya se dijo, dejó de practicar este deporte al quedar lisiado después de la caída del poste de la CFE, evento que obligó a ser pensionado pero, para ayudar en algo, despachaba en la carnicería de su hijo en San José del Cabo. Hoy quedó perforado de un pulmón.

Personas que conocen a los caídos, dicen que no iban por ellos. Que los puchas de San Bernabé eran otros. Sí, lo que queda claro es que ellos no eran malos; y el método de inferencias dice que sí iban por Erik, pero por órdenes de La Hermandad para debilitar a César Uscanga, esposa e hijos pues amenazan con soltar la sopa con respecto al Narizón Agúndez.


Predio La Ballena invadida por los agundistas…

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